Es busquen 600 personas voluntarias en toda Cataluña para llevar a cabo la investigación
Se calcula que en Cataluña más de 100.000 personas padecen trastorno bipolar, una enfermedad psiquiátrica grave que afecta a los mecanismos que regulan el estado de ánimo, y más de 300.000 están afectadas por los diferentes tipos del trastorno. En las comarcas tarraconenses la prevalencia está alrededor del 1% de la población. per tant, se estima que unas 8.000 personas pueden presentar la enfermedad.
el proyecto, bautizado con el acrónimo 'BipoGent', es el primero de estas características que se lleva a cabo en el país, y los investigadores apuntan la peculiaridad del estudio incluso a nivel internacional. Con nombre y logotipo propio, se presenta públicamente para encontrar las 600 personas de entre 18 y 55 años que se necesitan para el estudio, la mitad de las cuales deben estar diagnosticadas con trastorno bipolar y encontrarse en fase eutímica, es decir, estabilitzats, sin episodios activos.
De cada centro hospitalario dependerán 200 personas -100 con trastorno y 100 que no lo sufran. Todos ellos se someterán a varias visitas con un psiquiatra y un psicólogo, que les harán pruebas clínicas y neuropsicológicas. También se les hará una extracción de sangre y una resonancia magnética craneal que sólo se puede realizar en la Fundación Pasqual Maragall, el único centro preparado que hay en Cataluña. así, el estudio pivotará sobre tres vertientes: la evaluación clínica, la genética y la neuroimagen. Por ello se ha hecho necesaria la organización de un equipo multidisciplinar.
Un estudio previo sobre la esquizofrenia
Hasta ahora no se había estudiado el papel del gen DDR1 en la estructura y el funcionamiento del cerebro de personas con trastorno bipolar. El Instituto Pere Mata parte del precedente de haber estudiado este gen y su relación con la esquizofrenia. Ambas patologías tienen cierto solapamiento en síntomas y en genética. Las personas que las padecen tienen alterada la mielina. Por este motivo, el grupo de investigación de la bióloga Isabel Vilella, pensó que este gen, que se encuentra en la mielina y está relacionado con la susceptibilidad de desarrollar esquizofrenia, también podría estarlo en el caso del trastorno bipolar.
Factores de riesgo genéticos y ambientales
Elisabet Vilella, directora de investigación del Instituto Pere Mata que coordina el proyecto, explica que factores genéticos y ambientales pueden condicionar la aparición de esta enfermedad crónica. por eso, apunta que el estudio tiene por objetivo “demostrar que las personas pueden tener una variante genética que condiciona que la sustancia blanca del cerebro sea diferente y sean más propensas a padecer trastorno bipolar, así como también por factores ambientales, como experiencias traumáticas de la infancia tales como malos tratos”. “Es posible que encontramos resultados positivos”, augura Vilella.
Financiado en un 50%
el proyecto, a tres años vista, ha recibido financiación del Ministerio de Economía y Competitividad, si bien sólo sufraga un 50% del presupuesto del estudio, lo que ha hecho rebajar las expectativas iniciales del proyecto y tener que buscar donaciones. de vez, el Pere Mata, que lidera este proyecto conjunto, está haciendo difusión del estudio para la búsqueda de donaciones, pero sobre todo, de los 600 personas voluntarias, con la idea de poner en marcha en septiembre y en un año comenzó a trabajar con los voluntarios.